En el laboratorio clínico hay una serie de pruebas que nos sirven para el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de la enfermedad COVID-19. Para todas ellas se hace necesario realizar control de la calidad para asegurar que los resultados entregados son médicamente útiles. A pesar de esto, es importante entender que no para todas existen materiales de control y por lo tanto es necesario buscar métodos alternativos que nos brinden confianza al momento de procesar las muestras de nuestros pacientes. Para las mediciones cuantitativas existen controles de calidad internos, bien sea de primera, segunda o tercera opinión, cada uno con sus ventajas y desventajas, cuyos resultados me van a mostrar la variación de la prueba con los alcances y limitaciones con que fue diseñada y me indican si esta funciona correctamente o no. Para que el control
de la calidad muestre realmente lo que está sucediendo con el sistema
analítico, es necesario que los procedimientos estén estandarizados,
documentados y se hagan con la consciencia de generar acciones correctivas o
de mejora cuando así lo requieran. Adicionalmente, establecer requisitos de
calidad que me ayuden a determinar cuanto error aleatorio y sistemático le
voy a permitir a un analito, será de gran ayuda para evitar que la utilidad
clínica del resultado se vea afectada. Es fundamental que se haga una
adecuada selección de estos requisitos metrológicos, basados en un modelo,
algoritmo o análisis, que vaya dirigido al desempeño en particular de cada
analito, entendiendo que no todos tienen el mismo comportamiento. Aquí se pueden
incluir las siguientes pruebas de las cuales ya hemos hablado anteriormente:
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-QBP Yurani Lopera
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